La cámara es un aparato que trabaja con luz. La luz es un tipo de energía electromagnética (es el sector visible de todo el espectro electromagnético). Nuestras mentes emanan energía y se combinan con las energías del entorno propiciando situaciones y mutaciones en la realidad.
En este proyecto se propone una postura que está en fricción con un misticismo según el cual en una fotografía se condensan las energías inmanentes de lo fotografiado y las energías del fotógrafo (su conexión sensorial con el entorno)
Las 25 fotografías que siguen son tomas de un mismo paisaje pero realizadas en distintos días y momentos. Cada fotografía se ha hecho bajo condiciones distintas. De ahí la importancia de las fechas y horas de cada fotografía. Cada una de ellas es el resultado de la interacción de las energías inmanentes del fotógrafo con las energías del entorno. Cada una de ellas es la culminación de una conexión sensorial del fotógrafo con su entorno material.
La finalidad de este proyecto es construir una reflexión sobre la fotografía acerca de sí misma como una herramienta que nos conecta con el entorno material y que nos da la posibilidad de percibirlo sensorialmente más allá de lo visible, en un ámbito puramente humano y místico.
Las 25 fotografías que siguen son tomas de un mismo paisaje pero realizadas en distintos días y momentos. Cada fotografía se ha hecho bajo condiciones distintas. De ahí la importancia de las fechas y horas de cada fotografía. Cada una de ellas es el resultado de la interacción de las energías inmanentes del fotógrafo con las energías del entorno. Cada una de ellas es la culminación de una conexión sensorial del fotógrafo con su entorno material.
La finalidad de este proyecto es construir una reflexión sobre la fotografía acerca de sí misma como una herramienta que nos conecta con el entorno material y que nos da la posibilidad de percibirlo sensorialmente más allá de lo visible, en un ámbito puramente humano y místico.
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